Bonito texto, bonitas palabras. Parece fácil ponerse delante de una cámara y hacer lo que más te gusta, pero desde mi punto de vista no debe de serlo. Desnudarse. Personalmente, una tarea difícil si debo hacerla en público. Todos te miran, te observan, pero probablemente, nadie lo haga con mala intención. Aunque algunas veces, la curiosidad se apodera de nosotros. Mi opinión es que a veces no debería pasar nada por mostrarse como es cada uno, natural. En realidad, todos somos iguales, algunos más gordos, otros más delgados; otros más altos, otros más bajos.
Pero los bailarines si que tienen mérito hacerlo al natural. Sin molestias, sin vestuario, sin nada incómodo que te haga la expresión más difícil. Creo que haciéndolo así, ellos pueden lograr expresar lo que sienten, lo que quieren. Es un bonito trabajo, estupendo.
La otra parte del texto, nos cuenta como la compañía de Victor Ullate quiere integrar a las personas que no tienen recursos, que viven en la pobreza a sentirse un poquito más libres con el ballet. Niños huérfanos, otros pobres que no tienen ni para comer y con los que él quiere hacer hincapié para que el ballet les puede ayudar en sus vidas. Para mí, ese debe de ser un buen trabajo en el que poder ayudar a alguien haciendo algo divertido que además pueda fomentar la integración de una persona.
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